3.08.2015

Haciendo Cantabria infinita


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Isla – Quejo, Cantabria  


“Banderas  Azules”  en las playas doradas, en los acantilados verdes “Senderos  Azules”. Cuando atraídos por el azul de las marcas turísticas, hemos aparecido en este más galardonado fragmento de la costa de Cantabria, no pensábamos disfrutar del sol y las olas, solo del viento, niebla, espacio  y horizonte.  



Camino a Cabo Quejo



Esa mañana huimos del aburrimiento del día lluvioso. Puede ser pequeñaja Cantabria – como proclamaba el viejo slogan – ¿infinita?  Viendo el mapa de previsión del tiempo: Cantabria era infinitamente nublada.  A meteorología pesimista, se debe entregar a la optimista psicología: no limitar el mundo a irreales expectativas, solo descubrirlo como es. Decidimos entonces sumergirnos en la céltica, misteriosa niebla, escuchar canto del viento, contar con entusiasmo bancos de grises nubes sobre el metálico océano. Fuimos a los acantilados.  


A lo largo de la costa entre Quejo e Isla discurre la ruta galardonada con distintivo “Sendero Azul” por la Fundación de Educación Ambiental (FEE). Conecta dos playas, promovidas por la misma organización: El Sable en Quejo y La Arena en Isla. En este lluvioso día-de-no-playa, por los paseos de madera sobre los arenales de Quejo, caminaban perdidos turistas del sol. Solo los más valientes marchaban más lejos, subiendo por la empinada pista hasta Cabo Quejo. Desde su altura – imitando a los antiguos cazadores de ballenas  -  miraban el océano y… daban la vuelta. Desde este punto anduvimos en solitario. Marchando por la estrecha senda una vez arriba, otra vez abajo, con desconfianza dimos la bienvenida a rachas de viento, con miedo observamos el avance vertiginoso de las nubes  y  conjuramos la lluvia. Como marineros, que han visto la esperada tierra, con alegría miramos desde lo alto del acantilado la dorada playa La Arena – fin de la ruta. Empezó a llover con fuerza. El paseo de vuelta por los acantilados sería horrorosamente, horrorosamente largo. Cantabria se hacía infinita. Desde playa La Arena en Isla hasta playa del Sable en Quejo por los caminos de curvas volvimos… en taxi.




Con la lluvia en las playas de Quejo



POST SCRIPTUM 

El barrio de Quejo en Isla se encuentra a 45 Km de Santander y 85 Km de Bilbao.  Sin duda la manera más sencilla de llegar a Quejo es en coche (info| www.guiarepsol.es o www.viamichelin.es.).
Al final de la ruta – un par de pasos por el bosque

La ruta puede comenzar en la playa El Sable en Quejo. Desde la playa tienes que dirigirte a la entrada del camping (por ejemplo siguiendo la costa). Aquí encontraras una tabla con la información de la ruta y aquí empiezan las marcas que la señalizan (longitud 5.6 Km; tiempo estimado 1:45 min). La ruta no puede hacerse en chanclas: hay pendientes pronunciadas, pasos a través de escaleras de madera, terreno rocoso - vas a necesitar calzado adecuado. 

Al final de la ruta – en la playa La Arena en Isla – hay camping, hotel y restaurante, pero no cuentes con un autobus que te lleve por ejemplo de vuelta a Quejo. Para volver tienes que coger la misma ruta por los acantilados o … un taxi. En la recepción del hotel Campomar te pueden ayudar a pedirlo.  

Si viajando por Cantabria quieres dormir en camping en la costa, puedes encontrar una lista, información básica y links útiles en la página campingsdecantabria.net.



Por el “Sendero Azul” hasta la playa de La Arena


Con vistas al acantilado



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