Sepúlveda, Castilla y León
Hay muchos “pros”, para pasar aquí un buen rato. Las iglesias románicas, las
viejas murallas, el encantador museo, el mayestático cañón y las estrechas, adoquinadas
calles, apretadas y encerradas por las altas paredes de las casas.
"Fin de" en el casco antiguo de
Sepúlveda
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Sepúlveda esta erigida sobre la roca, bajo la que se unen los ríos Duratón
y Caslilla. Después el Duratón se acentúa con meandros en el fondo del profundo
cañón cuyas paredes se llenan de nidos de buitres. Sobre el casco antiguo de
Sepúlveda, construido en la piedra marrón, asciende el áspera aura de la villa
castellana, que existe casi un milenio de infernales temperaturas veraniegas
hasta ventosos inviernos. De finales del
siglo XI es el más antiguo del los monumentos locales – la iglesia de Salvador.
Sobre su arquitectura se escribe de manera algo petulante “paradigma del
románico castellano”. En los dos siguientes siglos creció dinámica esta villa
sobre la roca, posteriormente se detuvo, congelada, fosilizada… En un
documento de finales del siglo XIII se anotan 15 parroquias y 6 ermitas. De
este tiempo de prosperidad se mantienen hasta el día de hoy la iglesia de
Nuestra Señora de la Peña - erigida en un cabo sobre el cañón, la iglesia de
San Bartolomé, que se encuentra al lado de la extensa e irregular Plaza de
España, y también otras dos, hoy usadas como museos, las iglesias de Santiago y
San Justo.
La monumental Sepúlveda es desde la primavera hasta el otoño el sitio
perfecto para las escapadas del “fin de”. La mayoría de los visitantes
provienen de la no lejana Madrid. En la castellana villa sobre el cañón
absorben la atmosfera de los difícilmente imaginables, viejos tiempos, descansan
los ojos con en el paisaje de la meseta y se ejercitan en la nostalgia.
Sepúlveda. Plaza de España
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POST SCRIPTUM
Link:// turismosepulveda.es
En Sepúlveda: “el áspera aura de la villa castellana…”
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